XI Foro de la Mujer: Ética y Tecnología

El Foro de la Mujer se ha consolidado como uno de los eventos institucionales más destacados durante los 35 años que estamos celebrando en el Gimnasio Los Portales. Desde su primera versión, este ha sido un espacio para dar voz a los estudiantes de grados superiores de secundaria en torno a temas de impacto social, reconociendo el papel activo de las mujeres en la construcción de sociedad, con el fin de superar las brechas y las diferencias ideológicas para centrarnos en la formación de seres humanos, de personas, que más allá de su género, raza o distinción social, comparten una casa común desde la cotidianidad local hasta el intercambio cultural como parte de una sociedad globalizada.

Fieles a este propósito, el martes 28 de marzo se congregaron en el colegio representantes de más de 30 instituciones educativas públicas y privadas para establecer el intercambio de múltiples ideas, que nos permitieran ampliar las perspectivas personales, entrar en diálogo y nutrirnos con experiencias de otros, incluyendo a estudiantes y expertos en la conversación, para que entre todos construyéramos iniciativas más potentes que, como parte de nuestro ejercicio ciudadano, impacten positivamente en la sociedad.

Esta vez el tema del Foro fue Ética y Tecnología enfatizando en ese orden de importancia, es decir, comprendiendo que nuestra base tiene que ser la Ética, el Ser, la formación en valores para ser responsables con nuestras decisiones en el uso de las tecnologías, las innovaciones y los avances científicos en un mundo, cuya vertiginosa transformación, ha posibilitado un fácil acceso a enormes cantidades de datos, así como unos niveles de interacción global sin precedentes. En este contexto, en toda la jornada se reflexionó sobre cómo nos relacionamos con la información y cómo la entendemos; sobre nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos en la proyección de comunidades más justas que se beneficien de estas nuevas formas de vivir y de construir conocimiento.

En las palabras de apertura, la Rectora Beatriz Gómez de Durán, resaltó el sentido del Foro como muestra de lo que el Gimnasio Los Portales ha aportado en la construcción de país, informando a la Comunidad la labor de la exalumna María Paula Ávila Osorio, fundadora y directora de la Fundación Prema, dedicada a educar a más de 20.000 niños y niñas en valores humanos a través del juego para aportar a su desarrollo integral. quien hace unas semanas fue galardonada con el Premio a la Mujer Cafam 2023, siendo un fiel testimonio del lema “Ser para Servir”.

Así, se dio paso a la conferencia central a cargo de Emilia Restrepo, Rectora del CESA y pionera de la transformación digital en Latinoamérica, quien realizó un recorrido histórico de las generaciones recientes que han vivido transformaciones trascendentales en la comprensión de su mundo gracias a las innovaciones tecnológicas, enfatizando en los retos actuales de toma de decisiones por parte de la sociedad para ser conscientes de los usos de la tecnología.

Con este marco se desarrollaron los paneles con expertos bajo una pregunta general orientadora. En el relacionado con I.A. se preguntó si la inteligencia artificial se limita al procesamiento de información o puede posibilitar también que las máquinas adquieran una “conciencia ética”. A partir de esta, se discutieron temas relacionados con el modo en que funcionan las IA’s, el procesamiento (y el valor) de datos que determinan el Input de una conciencia electrónica y que hacen suponer que sus Outputs son también producto de la mano que guía. Así, la responsabilidad por el desarrollo de estas tecnologías sigue estando en control de los seres humanos y una muestra de ello es las transformaciones que han vivido estas IA’s con respecto a los Outputs que arroja sobre temas delicados, ya sea desde la perspectiva ética, social o emotiva. Una de las conclusiones comunes entre panelistas subrayó la importancia de no caer en la tendencia a estigmatizar estas innovaciones, pues en múltiples oportunidades históricas hemos enfrentado desafíos similares que, si bien han acarreado ciertos traumatismos, también han traído oportunidades, adelantos e innovaciones que han enriquecido nuestro devenir como especie. Dado que uno de los objetivos fundamentales del Foro es la formación de ciudadanos críticos, también se llegó a la conclusión común sobre la necesidad de que los estudiantes y el público en general debe estar informados, capacitados y orientados sobre las posibilidades que las tecnologías ofrecen, ya sea para aprovecharlas como una fuente de oportunidades para mejorar sus vidas, tanto como para cuestionar y “hackear” las mismas. En este proceso de descubrimiento y acople mutuo entre la IA y la educación, emergen retos que nos involucran a todos los agentes implicados.

En el panel de Redes e interacciones sociales se abordaron dos temas básicos: si estas dinámicas tecnológicas permiten apreciar las perspectivas de otras o limita tal apertura cerrando la posibilidad de conocer a los demás. Los panelistas hablaron sobre los algoritmos que generan las redes sociales para que se vean solo los discursos afines a sus usuarios, haciendo consciente al auditorio de que, por esta razón, a veces no se permitía observar la perspectiva del otro, fortaleciendo el sesgo desde la individualidad. El segundo tema fue cómo emplear las redes sociales en la educación reconociendo que en otros momentos de la humanidad ya se han dado tales transformaciones y que lo importante es abordarlas de manera consciente, responsable y creativa, dando cabida a la emocionalidad y al trabajo en equipo para que se constituya realmente en medio para la construcción de la Comunidad.

De manera muy relacionada, el panel de ética de la comunicación planteó el cuestionamiento ¿en qué medida influyen las tecnologías de la información y la comunicación en el modo en que pensamos sobre el mundo?, por lo cual nuestros panelistas compartieron sus reflexiones y aprendizajes en torno a temas como los avances tecnológicos en el manejo de la información, la importancia de los derechos de autor, pero también de los derechos del receptor, dejando una importante tarea para los asistentes, tanto en su rol de creadores como de consumidores de información estos procesos: buscar el equilibrio entre la libertad de expresión, el derecho a la información y el derecho a la dignidad y a la intimidad, entendiendo que la ética debe ser la base para cualquier actuación en los diversos espacios que ofrece la tecnología.

Esta discusión de la responsabilidad sobre el uso ético de la tecnología va mucho mas allá de definir quien o quienes pueden ser los responsables de los efectos de su uso, tal y como se evidenció en el panel Inventores éticos, en el cual se planteó cómo podemos, desde nuestro lugar individual, desarrollar un pensamiento crítico que nos permita evaluar nuestra participación en el mundo tecnologizado. Así mismo, se discutió sobre los diferentes niveles y tipos de responsabilidades asociadas al uso de la tecnología, y la importancia de mecanismos de educación y capacitación que fomenten un uso crítico y consciente de las herramientas digitales y tecnológicas a nuestro alcance. Por último, uno de los puntos importantes fue la necesidad de focalizar las discusiones sobre tecnología y sus usos éticos al espacio local, de manera que sean las mismas comunidades las que se cuestionen sobre sus relaciones con la tecnología, y construyan formas de transformar sus realidades dentro del contexto digital y tecnológico de la modernidad.

Tanto la conferencia central (de manera general) como los paneles (en específico) activaron las ideas de los asistentes y fueron los primeros momentos de conversación que se consolidaron en espacios de conversación más pequeños (nodos) que alimentaron el espíritu del Foro desde la metodología de la tela de araña, en la que nuestros estudiantes expresaron sus ideas y tejieron una conversación enriquecedora que amplió las perspectivas de todos los asistentes.

El término Nodo hace referencia a un espacio en el que confluyen parte de las conexiones de otros espacios reales o abstractos que comparten sus mismas características y que a su vez también son nodos: a partir de esta definición, la metodología propuesta para estos espacios de participación juvenil lograron hacer de cada alumno participante un agente activo y multiplicador en su propio entorno.

También los Rectores tuvieron una conversación más íntima entre ellos para revisar los retos de la educación en este mundo de transformaciones vertiginosas, reconfirmando la importancia de la ética junto a una comunidad de maestros que investiguen, se formen y estén actualizados para lograr experiencias de aprendizaje significativas basadas en una innovación didáctica que no limite al uso de un dispositivo sino a la motivación para solucionar problemas y presentar alternativas de manera creativa.

Luego de un último espacio de discusión desde la metodología café del mundo en el cual los estudiantes se centraron en los intereses nutridos por el Foro, se redactó un Manifiesto joven como conclusión del evento, en el que los estudiantes analizaron oportunidades, desafíos, amenazas y posibilidades para comprometerse con un uso ético de la tecnología, como protagonistas de su aprendizaje.